
El tabernáculo debe estar situado «en las iglesias en el lugar más digno y con el máximo honor» (Pablo VI, Carta enc. Mysterium fidei). La nobleza, la disposición y la seguridad del tabernáculo eucarístico (SC 128) deben favorecer la adoración del Señor realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.
Catedral de Málaga