No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga se acercará a tu carpa, porque él te encomendó a sus ángeles
para que te cuiden en todos tus caminos. Ellos te llevarán en sus manos para que no tropieces contra ninguna piedra; caminarás sobre leones y víboras, pisotearás cachorros de león y serpientes
Salmo 91, 19-13
Ángel del Señor que por orden de la piadosa providencia divina, eres mi guardián guárdame en este día en este día, ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos para que yo jamás ofenda al Dios y Señor. Amén
Óleo de Domenichino (1615). Museo del Palacio de Wilanów, Varsovia.