Vanidad de vanidades dedicarse a buscar riquezas que se acaban (que el moho las corroe y los ladrones las roban) sabiendo que no podemos servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas.
Que difícil es que los que se apegan a las riquezas entren en el reino de Dios
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el reino de Dios (Lucas 18,24)
