“Las imágenes con las que la sagrada Escritura nos presenta el infierno deben interpretarse correctamente. Expresan la completa frustración y vaciedad de una vida sin Dios. El infierno, más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría”
El infierno, es decir, la privación total de Dios, es la angustia, la tristeza, la depresión, la soledad, la agonía más absoluta. Después de la Resurrección de la carne, el infierno ya no será sólo un estado sino que será un lugar.
El infierno, en el jardín de las delicias. del Bosco
