
Cristo quería una sola Iglesia:
“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18). Cristo habla de edificar una sólo Iglesia, no varias.
“Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en Ti”(Jn 17,21).
“Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo». (Ef 4,4-5)