Padre Nuestro, Una oración de valientes
nos enseñó a decirle al Padre: “perdónanos nuestros pecados, como también nosotros perdonamos a todo el que nos debe.” (Lc 11,4). Es tan importante esta frase en esta oración, que una vez la termina de recitar el Señor, vuelve sobre el tema del perdón diciendo: “Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas” (Mt 6,14-15).
