Evangelio según san Mateo, 5: 8- 8 «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios». (v. 8)
Esta manera de ver es un premio de la fe por la cual se limpian los corazones. Como está escrito: «Limpiando con la fe los corazones de ellos» ( Hch 15,9). Esto se prueba principalmente por aquella sentencia: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios»
San Agustín, de Trinitate. 1, 8
