las plataformas son los sistemas de interconexión que brindan distintos servicios digitales a los usuarios mientras explotan sus datos (por ejemplo: Facebook, Amazon, Google, Uber, etc.)
Ahora bien, si el dato es la materia prima, entonces el usuario es la fuente (no el producto, como habitualmente se dice). En esto debe encontrarse una de las razones de la creciente absorción de la vida por las tecnologías digitales. La totalidad de la vida es en potencia proveedora de datos. Pero hay que pasar de la potencia al acto. Para ello, se actualizan constantemente los medios tecnológicos con arreglo a los cuales la vida entera se va registrando en el Big Data gracias a sensores cada vez más minuciosos, y procesando a su vez a través de algoritmos cada vez más sofisticados, que se <entrenan> y, por lo tanto, mejoran, al ritmo de los datos que reciben. La economía del dato se retroalimenta en ciclos virtuosos que parecen no tener límite alguno. Así, la extracción de datos para la previsión y
la orientación o incluso generación y control de conductas, se vuelve imperativo para el sistema económico y su desarrollo
Se han publicado numerosas investigaciones al respecto Cf. Elizabeth Lyons, et al, <Behavior Change Techniques Implemented in Electronic Lifestyle Activity Monitors: A Systematic Content Analysis>, Journal of Medical Internet Research (16 agosto 2014),e192, https://wwwjmir.org/2014/8 /e192/. Cf. Robert Bond et al, <A 6 1-Millon-Person Experiment in Social Influence and Political Mobilization>, Nature, 489, 7415 2012, https://www.nature.com/articles/nature11421.Muchas
otras investigaciones al respecto han sido compiladas en Zuboff,
La era del capitalismo de la vigilancia
