El mercado se encantó con el Fēmįnīsmo porque podía venderlo y, vendiéndolo, posibilitó o reforzó su hegemonía cultural. Esta a su vez se volvió tan determinante en términos políticos que la política reaccionó contra el mercado usando los armamentos que
este mismo ayudó a cargar. La afección indirecta de la cultura sobre la economía se da con la intermediación coercitiva del Estado, pero, en muchos casos, la consumación hegemónica pasa por los mismos circuitos que posteriormente procurará corroer
AGUSTIN LAJE, LA BATALLA CULTURAL REFLEXIONES CRÍTICAS PARA UNA NUEVA DERECHA
