Tan importante se ha vuelto el asunto de la identidad en nuestros tiempos que el término identity politics o <políticas de la identidad> se ha hecho muy recurrente desde principios del siglo XXI. La politica pasa a gestionar la identidad de los individuos, que se recuestan a su vez en ella para obtener reconocimiento, En una sociedad así, segenera una paradoja interesante: la política no se trata de mirar a la polis, sino al ombligo. El individuo selecciona algún rasgo que considere pertinente de su identidad personal, preferentemente alguno tenido por <marginal> o <minoritario>, y lo transforma en material político.
Construye en torno a él amigos y enemigos: Tengo problemas de peso? Mis amigos son los movimientos obesos, y mi enemigo es la industria de la moda que impone <patrones injustos de belleza>. ¿Soy una mujer y no quiero hacerme cargo del ser humano que está desarrollándose en mi vientre? Mis amigos son los grupos abørtistªz que insisten en que no hay nada de malo en matar a mi hijo en gestación, y mi enemigo es el hombre que representa el <sistema patryarkal> que anula a la mujer en la maternidad. ¿No me identifico con mi cuerpo biológico? Mis amigos son los movimientos LtG.B6T que repiten que el género autopercibido es suficiente para determinar la sexualidad, y mis enemigos son aquellos que sostienen que la biología tiene algo relevante que decir sobre la condición humana y quiénes somos. La identidad se politiza cuando se convierte en el principio de una división del tipo amigo/enemigo
* concepto de lo político de Schmitt, según el cual lo político se estructura en torno a la división del tipo amigo/enemigo.Cf.Carl Schmitt, El concepto de lo politico (Madrid: Alianza Editorial, 2019)
