
La Madre Iglesia desea ardientemente que se lleve a todos los fieles a aquella participación plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas que exige la naturaleza de la liturgia misma y a la cual tiene derecho y obligación, en virtud del bautismo, el pueblo cristiano «linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido» (1 P 2,9; cf 2,4-5)» (SC 14)
Empezamos con 12 discípulos ahora en la Misa en Manila 7 millones de fieles (Papa Francisco)