El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la Eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella «como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos» (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 73, a. 3). En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están «contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero» (Concilio de Trento: DS 1651). «Esta presencia se denomina «real», no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen «reales», sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente» (MF 39).
S. E. MONS. PABLO COLINO, CANÓNIGO Y MAESTRO DE CAPILLA EMÉRITO DE LA BASÍLICA DE SAN PEDRO Y DIRECTOR DEL CORO FILARMÓNICO, CELEBRANDO LA SANTA MISA – FORMA EXTRAORDINARIA-. BASÍLICA DE SAN PEDRO.
