Es uno de los lugares de culto cristiano más antiguos de Malta. Esta hermosa y fascinante basílica subterránea fue utilizada por Santa Ágata para rezar durante el tiempo en el que se refugió aquí.
La cripta y las catacumbas de Santa Ágata ocupan un total de más de 4.100 metros cuadrados y están situadas debajo de una de las iglesias más antiguas de Malta. En ellas pueden ver extraordinarios frescos de estilo sículo-bizantino y greco-romano.
La cripta era originalmente una pequeña cueva natural y durante el periodo medieval se agrandó. Las tumbas encontradas en este hipogeo son púnicas, judías y cristianas.
Algunas de las 500 tumbas están decoradas con relieves y frescos y hay dos mesas en las que se celebraban cenas en honor a los muertos.
Santa Ágata fue martirizada en el 251 d.C, le cortaron los pechos por negarse a dejar el cristianismo. Los malteses creen que la divina intervención de la santa salvó a la isla de la invasión turca.
