Dios espíritu Santo ha comunicado a María, su fiel Esposa, sus dones inefables, escogiéndola dispensadora de todo lo que El posee
en forma que Ella distribuye a quien Ella quiere, cuanto Ella quiere, como Ella quiere y cuando Ella quiere, todos sus dones y Sus gracias Jamás se concede a los hombres don alguno del cielo que no pase por sus virginales manos.
Tal es la voluntad de Dios, que ha querido que nosotros lo tuviésemos todo en Maria, para que asi sea enriquecida, ensalzada y honrada del Altisimo la que se empobreció, humilló y ocultó hasta e! fondo de la nada, por su profunda humildad, durante toda su vida. Estos son los sentimientos de la Iglesia y de los Santos Padres
Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen libro de Luis María Grignion de Montfort
