Debate que sostuvo el escritor católico Gilbert Keith Chesterton contra el filósofo racionalista Robert Blatchford en torno al tema de los milagros:
«BLATCHFORD: Sí, Sr. Chesterton, los racionalistas no creemos en milagros, negamos todo
tipo de milagros. Este tema es una pérdida de tiempo, no finjo ser agnóstico al respecto, ni
dejar mi opinión en suspenso hasta que sean demostrados. Los niego por la sencilla razón
de que los milagros son imposibles; los milagros no ocurren. El mundo está gobernado por
Leyes.
CHESTERTON: Sr. Blatchford, no puede Ud. decir que algo sea imposible porque el mundo
esté gobernado por leyes, a no ser que sepamos qué leyes. Sabe Ud. todo sobre todas las leyes del universo? Y si no conoce todas las leyes, ;cómo puede Ud. saber algo sobre sus
excepciones? (…) un? argumento filosófico en contra de los milagros? No lo hay. Lo que
hay, hablando racionalmente, son cosas tales como las leyes de la naturaleza. Lo que todo el mundo sabe es solamente esto: que hay repetición en la naturaleza. Lo que todo el mundo sabe es que las calabazas dan calabazas. Lo que nadie sabe es porqué no deberían dar elefantes O jirafas.
BLATCHFORD: No puede estar hablando en serio.
CHESTERTON: Por supuesto que estoy hablando en serio. Si no sabe por qué una calabaza sigue siendo una calabaza probablemente no pueda saber porqué una calabaza puede convertirse en una carroza o no.
BLATCHFORD: Es una ley de la naturaleza que las calabazas tienen que seguir siendo calabazas!
CHESTERTON: Eso solo significa que lo que las calabazas generalmente hacen es quedarse
como calabazas, lo cual es obvio; pero no lo explica,
BLATCHFORD: La experiencia va en contra de eso.
CHESTERTON: Eso solo quiere decir que mientras que las calabazas sean calabazas sU conducta es «calabacil» y no se parece en absoluto a la conducta de una carroza. Eso es bastante obvio. Lo que dice el Cristianismo es sencillamente esto: que esta repetición de la naturaleza tiene su origen no en algo que se parezca a una ley sino en algo que se asemeja a una Voluntad, que el mundo y su repetición surgieron por voluntad. Cree que un Dios que
puede hacer algo tan extraordinario como que las calabazas lo sigan siendo, es capaz de cualquier cosa. Si no considera extraordinario que una calabaza sea siempre calabaza es que ni siquiera ha empezado con la filosofía»
G. K. Chesterton vs. Robert Blatchford, «Milagros: La libertad de Dios», debate organizado
por la American Chesterton Society, 1903
