Prueba de las Profecías
Sabiduría
2:12 Pongamos trampas al justo, que nos fastidia y se opone a nuestras acciones; nos echa en cara nuestros delitos y reprende nuestros pecados de juventud.
2:13 Presume de conocer a Dios y se presenta como hijo del Señor.
2:14 Es un reproche contra nuestras convicciones y su sola aparición nos resulta insoportable,
2:15 pues lleva una vida distinta a los demás y va por caminos diferentes.
2:16 Nos considera moneda falsa y nos evita como a apestados; celebra el destino de los justos y presume de que Dios es su padre.
2:17 Ya veremos si lleva razón, comprobando cuál es su desenlace:
2:18 pues si el justo es hijo de Dios, él lo rescatará y lo librará del poder de sus adversarios.
2:19 Lo someteremos a humillaciones y torturas para conocer su temple y comprobar su entereza.
2:20 Lo condenaremos a una muerte humillante, pues, según dice, Dios lo protegerá.»
Jesucristo crucificado, Diego Velázquez. 1632
