Evangelio según san Mateo, 5: 14- 16 «Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad que está puesta sobre un monte no se puede esconder. Ni encienden una antorcha y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. A este modo ha de brillar vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre, que está en los cielos». (vv. 14- 16)
Esta ciudad es la iglesia de los santos, de la que se dice: «Cosas admirables se han dicho de ti, ciudad de Dios» ( Sal 86,3 ). Sus ciudadanos son todos los fieles, de quienes el Apóstol dice a los Efesios: «Vosotros sois los conciudadanos de los santos» ( Ef 2,19). Esta ciudad, pues, está colocada sobre el monte, de quien dice Daniel: «La piedra arrancada sin esfuerzo de manos, se convirtió en un gran monte» ( Dn 2,34)
Pseudo- Crisóstomo, opus imperfectum in Matthaeum, hom. 10
