Algunas objeciones al Judaísmo sobre Jesús como Mesías



La objeción más socorrida sea aquella de “Si Jesús es el Mesías, ¿por qué todavía hay hambre, sufrimiento, guerras y maldad en el mundo?, ¿no se supone, de acuerdo con las mismas profecías (por ejemplo, Isaías 2: 2- 4), que el Mesías debería acabar con todo eso?”. Efectivamente, pero en ningún momento se dice que el Mesías haría todo a la vez. Vemos, por un lado, numerosos pasajes que hablan de un Mesías triunfante y glorioso que acaba definitivamente con el mal y el sufrimiento en el mundo; y, por otro lado, pasajes en los que se nos muestra a un Mesías sufriente y despreciado. ¿Cómo conciliar esto? Muy simple: reconociendo que el Mesías llevará a cabo su misión por fases. Es precisamente por ello que la teología cristiana plantea que Jesús, ya habiendo venido una vez al mundo para morir por nuestros pecados, volverá al final de los tiempos a instaurar “cielo nuevo y tierra nueva” (Apocalipsis 21: 1). ¿Especulación gratuita? No. Aparte del hecho de que el propio texto referido de Isaías 2: 2- 4 habla de una paz universal al final de los tiempos, tenemos que en la misma tradición judía hay quienes creen en un Mesías triunfante que vendrá a reinar llamado Mesías ben David, y en un Mesías sufriente que vendrá a luchar llamado Mesías ben Yosef

Así, por ejemplo, encontramos que en el artículo “Mesías” de la Enciclopedia Judía se incluye una sección para “Mesías ben Yosef” donde, con base en fuentes judías, se dice que “el destino que ha de cumplir es caer en batalla (como aludiendo a una tradición bien conocida)” siendo que “su cuerpo, de acuerdo a algunos, permanecerá en las calles de Jerusalén sin ser sepultado; y de acuerdo a otros, será ocultado por los ángeles con los cuerpos de los Patriarcas, hasta que el Mesías ben David venga y lo resucite”. Que haya tales interpretaciones judías respecto del Mesías (o “los Mesías”) resulta sumamente revelador por cuanto hay algunos interesantes paralelismos con Jesús.

En efecto, Jesús vino para morir, murió y resucitó. Además, tomando en cuenta que la palabra ben significa “hijo”, resulta interesante que Jesús haya sido hijo legal de José (“ ben Yosef”) y del linaje de David (“ ben David”). Ahora bien, que no se confundan las cosas: no se está diciendo aquí que Jesús se corresponda en todo con el Mesías ben Yosef o el Mesías ben David. Simplemente señalamos que hay algunos paralelismos (ni siquiera se habla de “correspondencias”) al respecto que muestran que, precisamente porque en la tradición judía se encuentra la posibilidad de “dos Mesías”, no resulta entonces “descabellada” o “gratuita”, sino más bien perfectamente plausible, la visión cristiana de que un mismo Mesías (Jesús) cumple las profecías en dos fases: una sufriente (Primera Venida) y otra gloriosa (Segunda Venida). En esa misma línea, tenemos que en una fuente judía (y anticristiana) como el Talmud Babilónico encontramos una tradición que contrasta
dos posibles venidas del Mesías: “Si la gente de Israel es justa, el Mesías vendrá en las nubes del Cielo. Si no lo es, vendrá como un hombre pobre montando un asno” (20). Este texto da a entender que el Mesías vendrá de una forma o de la otra, ¿pero no se abre entonces también la posibilidad de que pueda venir de ambas formas, solo que en distintos tiempos? Y precisamente Jesús cumpliría ese estándar: primero viene humildemente como un hombre pobre montando un asno (cfr. Juan 12: 14) a luchar contra el pecado en sí mismo hasta morir en la Cruz y luego volverá de entre las nubes del Cielo (cfr. Mateo 24: 30) a establecer definitivamente su triunfo eliminando el pecado del mundo.

En el período intermedio los sufrimientos aumentarían como el mismo Jesucristo profetizó (cfr. Mateo 24: 3- 28). Si un judío no quiere creer esto, simplemente tiene que dejar de esperar al Mesías, pues, tal como predijo el propio Jesús, el Segundo Templo fue destruido en el año 70 d.C. y como mínimo el “Mesías sufriente” debía haber venido antes de eso (cfr. Daniel 9: 26- 27)

Michael Brown, Answering Jewish Objections to lese de aswerng Jewish to Jesus, Baker Books, Grand Rapids, 2000,vol. 2, obj. 3.22

Messiah», en: Joseph Jacobs and Moses Buttenwieser, In: Jewish Encyclopedia, Ed
Fund and Wagnalls Co., New York, 1904, vol PP.511-512

Sanedrín, 98a

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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