Santo Sacrificio de la Misas

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El hombre perdona la injuria que ha recibido, si el ofensor le ofrece un buen obsequio o si le hace un gran servicio. Así también Dios nos perdona por el honor que le rendimos asistiendo a la Santa Misa, y por el sublime don que le ofrecemos, por la oblación del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Esta enseñanza está plenamente de acuerdo con la escritura santa. Temiendo Jacob la cólera de Esaú, a quien le había quitado el derecho de primogenitura y la bendición paterna, se decía a sí mismo (Génesis 32,20). Le enviaré presentes y espero me perdonará. En efecto, le envió camellos, asnos, bueyes, vacas y ovejas, y de esta manera desarmó su enojo.

Si en la Misa, oh cristiano, ofreces a Dios justamente irritado contigo las virtudes, los méritos, la Pasión y la muerte de su Hijo; ¿Cómo no habrás de mover su corazón más completamente de lo que Jacob movió el de su hermano, puesto que tus dones son tan preciosos que exceden a todas las cosas creadas? Si tus pecados claman venganza, la Sangre de Jesús clama misericordia, «Toda la cólera e indignación de Dios, desaparece ante esta ofrenda», dice San Alberto Magno

Explicación de la Santa Misa (R Padre Martin de Cochem) año 1630 – 1712

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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