Perdonar



Revivir el momento, pero con Jesús:

Los acontecimientos dolorosos son inevitables, pero llenarse de rencor sí se puede evitar. El problema no fue el acto concreto que otro hizo y nos causó dolor, sino la manera en que lo asumimos, sin Cristo, con soberbia, y así se introdujo la semilla del odio en el corazón. Para perdonar al otro, debemos vivir todos estos momentos con Cristo, desde la cruz, y como auténticos discípulos de Jesús gritar con san Esteban: “Señor, no les tengas en cuenta este pecado” (Hch 7,60). Así pues, perdonar no es estrictamente olvidar, sino recordar sin dolor

Cristo crucificado FRANCISCO DE ZURBARÁN, 1598 – 1664

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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