Espíritu Santo, acuérdate de producir y formar hijos de Dios con María, tu divina y fiel Esposa. Tú formaste la Cabeza de los predestinados con Ella y en Ella. Con Ella y en Ella debes formar todos sus miembros.
Tú no engendras ninguna persona divina en la Divinidad. Pero Tú solo formas, fuera de la Divinidad, todas las personas divinas. Y todos los santos que han sido y serán hasta el fin del mundo, son otras tantas obras de tu amor unido a María
Súplica ardiente para pedir misioneros (S. Luis M. G. de Montfort)
