Tenemos que en Mateo 27: 9- 10 dice «Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: ‘ Y tomaron treinta monedas de plata, el precio de aquel fijado por los hijos de Israel, y las dieron por el campo del alfarero, como el Señor había ordenado ‘», pero la referencia a las treinta monedas de plata no se halla en ninguna parte de Jeremías sino más bien en Zacarías 1 1: 12- 13.
No obstante, esto se puede resolver teniendo en cuenta que en tiempos antiguos se acostumbraba poner primero al libro de Jeremías entre los libros proféticos y se solía citar al primero de un grupo de libros para hacer referencia al conjunto de ellos. Como dice Charles Feinberg, especialista en Antiguo Testamento: «La tradición talmúdica muestra que el orden de los escritos proféticos en los libros sagrados fue Jeremías, Ezequiel,
Isaías, etc. (…) Mateo entonces citó el pasaje del rollo de los profetas, rollo que es citado como el primer libro».
Esto es plausible considerando que en ninguna de las citas de Zacarías en el Nuevo Testamento se hace mención a su nombre (cfr. Mateo 21: 4, 26: 31; Juan 12: 14, 19:
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Charles Feinberg, «Exegetical studies in Zechariah», Bibliotheca Sacra, vol. 102, 1945, p.
72.
