LA RICA HERENCIA DEL NUEVO TESTAMENTO

El sacrificio celeste instituido por Cristo constituye efectivamente la rica herencia del nuevo Testamento que el Señor nos dejó, como prenda de su presencia, la noche en que iba a ser entregado para morir en la cruz.Éste es el viático de nuestro viaje, con el que nos alimentamos y nutrimos durante el camino de estaSigue leyendo «LA RICA HERENCIA DEL NUEVO TESTAMENTO»

Romance de la gotita de agua

(si lo leen Meditenlo despacio) Un romance sobre una gota de agua, que quiere expresar la vida según la voluntad de Dios Pues, he aquí que una vez, / una gotita de agua / en lo profundo del mar / vivía con sus hermanas. Era feliz la gotita… / libre y rápida bogaba / porSigue leyendo «Romance de la gotita de agua»

EL MISTERIO DE NUESTRA RECONCILIACIÓN

La majestad asume la humildad, el poder la debilidad, la eternidad la mortalidad; y, para saldar la deuda contraída por nuestra condición pecadora, la naturaleza invulnerable se une a la naturaleza pasible; de este modo, tal como convenía para nuestro remedio, el único y mismo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre tambiénSigue leyendo «EL MISTERIO DE NUESTRA RECONCILIACIÓN»

CRISTO ES NUESTRO SUMO SACERDOTE, NUESTRA PROPICIACIÓN

Una vez al año, el sumo sacerdote, alejándose del pueblo, entra en el lugar donde se hallan el propiciatorio, los querubines, el arca de la alianza y el altar del incienso, en aquel lugar donde nadie puede penetrar, sino sólo el sumo sacerdote.Si pensamos ahora en nuestro verdadero sumo sacerdote, el Señor Jesucristo, y consideramosSigue leyendo «CRISTO ES NUESTRO SUMO SACERDOTE, NUESTRA PROPICIACIÓN»

Era preciso que murieras amor…

«Era preciso que murieras, mi amor…» Estoy aquí, ahora, en tu cuarto; en tu último cuarto. Dormiste aquí sólo una noche y es ahora tu cuarto. Fue aquí donde las puertas se abrieron; fue aquí donde Él vino, en persona, a tu encuentro. Este es el cuarto donde tus ojos, apasionados, finalmente se reencontraron (ChiaraSigue leyendo «Era preciso que murieras amor…»

LA AMISTAD DE DIOS

Nuestro Señor Jesucristo, Palabra de Dios, comenzó por atraer hacia Dios a los siervos, y luego liberó a los que se le habían sometido, como él mismo dijo a sus discípulos: Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo queSigue leyendo «LA AMISTAD DE DIOS»