Cinco Caminos de Penitencia

De las homilías de san Juan Crisóstomo, obispo (Homilía 2 sobre el diablo tentador, 6: PG 49, 263-264) ¿Queréis que os recuerde los diversos caminos de penitencia? Hay ciertamente muchos, distintos y diferentes, y todos ellos conducen al cielo. El primer camino de penitencia consiste en la acusación de los pecados: Confiesa primero tus pecados, ySigue leyendo «Cinco Caminos de Penitencia»

RECONOCE EL MAL QUE HAS HECHO, AHORA QUE ES EL TIEMPO PROPICIO

De las catequesis de san Cirilo de Jerusalén, obispo (Catequesis 1, 2-3. 5-6: PG 33, 371. 375-378) Si hay aquí alguno que esté esclavizado por el pecado, que se disponga por la fe a la regeneración que nos hace hijos adoptivos y libres; y así, libertado de la pésima esclavitud del pecado y sometido aSigue leyendo «RECONOCE EL MAL QUE HAS HECHO, AHORA QUE ES EL TIEMPO PROPICIO»

MANIFESTEMOS A CRISTO EN TODA NUESTRA VIDA

Del tratado de san Gregorio de Nisa, obispo, sobre el perfecto modelo del cristiano (PG 46, 283-286) Hay tres cosas que manifiestan y distinguen la vida del cristiano: la acción, la manera de hablar y el pensamiento. De ellas, ocupa el primer lugar el pensamiento; viene en segundo lugar la manera de hablar, que descubreSigue leyendo «MANIFESTEMOS A CRISTO EN TODA NUESTRA VIDA»

NUESTRA ORACIÓN ES PÚBLICA Y COMÚN

Del tratado de san Cipriano, obispo y mártir, sobre el Padrenuestro (Caps. 8-9: CSEL. 3, 271-272) Ante todo, el Doctor de la paz y Maestro de la unidad no quiso que hiciéramos una oración individual y privada, de modo que cada cual rogara sólo por sí mismo. No decimos: «Padre mío, que estás en losSigue leyendo «NUESTRA ORACIÓN ES PÚBLICA Y COMÚN»

¡OH BANQUETE PRECIOSO Y ADMIRABLE!

De las Obras de santo Tomás de Aquino, presbítero (Opúsculo 57, En la fiesta del Cuerpo de Cristo, lect. 1-4) El Hijo único de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, tomó nuestra naturaleza, a fin de que, hecho hombre, divinizase a los hombres. Además, entregó por nuestra salvación todo cuanto tomó de nosotros. Porque,Sigue leyendo «¡OH BANQUETE PRECIOSO Y ADMIRABLE!»

TODA MI ESPERANZA ESTÁ PUESTA EN TU GRAN MISERICORDIA

Del libro de las Confesiones de san Agustín, obispo (Libro 10, 26, 37-29, 40: CSEL 33, 255-256) Señor, ¿dónde te hallé para conocerte -porque ciertamente no estabas en mi memoria antes que te conociese-, dónde te hallé, pues, para conocerte, sino en ti mismo, lo cual estaba muy por encima de mis fuerzas? Pero estoSigue leyendo «TODA MI ESPERANZA ESTÁ PUESTA EN TU GRAN MISERICORDIA»

A TI, SEÑOR, ME MANIFIESTO TAL COMO SOY

Conózcate a ti, conocedor mío, conózcate a ti como tú me conoces. Fuerza de mi alma, entra en ella y ajústala a ti, para que la tengas y poseas sin mancha ni arruga. Ésta es mi esperanza, por eso hablo; y en esta esperanza me gozo cuando rectamente me gozo. Las demás cosas de estaSigue leyendo «A TI, SEÑOR, ME MANIFIESTO TAL COMO SOY»

Hasta poder volar

Señor ten misericordia, yo dejes que los transeúntes pisen un polluelo implume; manda tu ángel para que lo vuelva a poner en su nido, y haz que allí viva mientras no pueda volar, Confesiones San Agustín de Hipona, Libro XII capítulo 27,2

Tarde te ame

¡Tarde te amé, belleza tan antigua y tan nueva, tarde te amé! (sero te amavi…). Y he aquí que tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te andaba buscando; y deforme como era, me lanzaba sobre las bellezas de tus criaturas. Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo. Me reteníanSigue leyendo «Tarde te ame»