Por medio del sacramento de la Penitencia, el bautizado puede reconciliarse con Dios y con la Iglesia: «Los Padres tuvieron razón en llamar a la penitencia “un bautismo laborioso” (San Gregorio Nacianceno, Oratio 39, 17). Para los que han caído después del Bautismo, es necesario para la salvación este sacramento de la Penitencia, como lo es el Bautismo para quienes aún no han sido regenerados» (Concilio de Trento: DS 1672).
Mes: octubre 2017
Oración
Señor, Rey omnipotente, todo está sometido a tu poder y no hay quien pueda resistir a tu voluntad Redímenos por tu misericordia
Evangelio
Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.
Aleluya.
EVANGELIO
Lc 13, 18-21.
Crece el grano, y se hace un arbusto.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
En aquel tiempo, Jesús decía: –¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas. Y añadió: –¿A qué compararé el Reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.
Palabra del Señor
Confesión
En este combate contra la inclinación al mal, ¿quién será lo suficientemente valiente y vigilante para evitar toda herida del pecado? “Puesto que era necesario que, además de por razón del sacramento del bautismo, la Iglesia tuviera la potestad de perdonar los pecados, le fueron confiadas las llaves del Reino de los cielos, con las que pudiera perdonar los pecados de cualquier penitente, aunque pecase hasta el final de su vida” (Catecismo Romano, 1, 11, 4).
Oración
Bendice al Señor en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos, Para que lleguen a buen fin todos tus proyectos
Evangelio
Aleluya, aleluya.
Tu Palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad.
Aleluya.
EVANGELIO
Lc 13, 10-17.
A ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que soltarla en sábado?.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: –Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: –Seis días tenéis para trabajar: venid esos días a que os curen, y no los sábados. Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: –Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado? A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.
Palabra del Señor
Bautismo
En el momento en que hacemos nuestra primera profesión de fe, al recibir el santo Bautismo que nos purifica, es tan pleno y tan completo el perdón que recibimos, que no nos queda absolutamente nada por borrar, sea de la culpa original, sea de cualquier otra cometida u omitida por nuestra propia voluntad, ni ninguna pena que sufrir para expiarlas. Sin embargo, la gracia del Bautismo no libra a la persona de todas las debilidades de la naturaleza. Al contrario todavía nosotros tenemos que combatir los movimientos de la concupiscencia que no cesan de llevarnos al mal” (Catecismo Romano, 1, 11, 3)
Oración
Señor, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para conseguir tus promesas, concédenos amar tus preceptos
Evangelio
Aleluya, aleluya.
El que me ama guardará mi palabra –dice el Señor–, y mi Padre lo amará, y vendremos a él.
Aleluya.
EVANGELIO
Mt 22, 34-40.
Amarás al Señor, tu Dios y a tu prójimo como a ti mismo.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
–Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?
Él le dijo:
–“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.
Palabra del Señor