
Quien desea conservar los consuelos, las gracias y los favores de Dios, agradézcale cuando los recibe, ofrézcale con paciencia lo que sufre cuando lo priva de ellos; suplíquele que se los vuelva a conceder y sea humilde, prudente y precavido no sea que por su culpa los pueda perder.
El que está en pié, que tenga cuidado, no sea que se caiga (1 Corintios 10,12)
Imitación de Cristo (Tomás de Kempis) 1418