5 vias Santo Tomás de Aquino
1 vía, consideración
Incluso si aceptásemos esta primera vía habría que decir que a lo más prueba el deísmo pero de ningún modo el teísmo. No hay razón para presuponer que este “Primer motor inmóvil” es necesariamente un Dios personal, ¿por qué no podría ser una mera energía impersonal, el “Uno” de Parménides o el Demiurgo platónico? Luego, no se prueba la conclusión de la primera vía.
Es absolutamente erróneo decir que la primera (o cualquier otra) de las vías de Santo Tomás de Aquino prueba el deísmo pero no el teísmo. Como bien explica el filósofo norteamericano William Lane Craig este tipo de objeción se basa simplemente en “un uso equivocado de los términos (…). El deísmo es un tipo de teísmo. El teísmo es la amplia visión de que Dios existe, y el deísmo es un tipo específico de teísmo que dice que Dios no se revela a sí mismo directamente en el mundo” (13). Entonces, el deísmo no es probado de ningún modo por la primera vía. Esta en ningún momento prueba que Dios no intervenga en el mundo, simplemente se limita a probar la existencia de un “Primer motor inmóvil” que se corresponde con la definición teísta de Dios independientemente de si este Dios interviene en el mundo o no. Además, hay que atender al hecho de que este es solo el primer paso del caso acumulativo que está presentando Santo Tomás de Aquino a favor del teísmo y que en lo que sigue de la Suma Teológica sí aborda de modo explícito y detallado la cuestión de la intervención de Dios en el mundo. No obstante, aun cuando en esta vía no se aborda de modo directo la cuestión de si el Primer motor es un ser personal (ello se aborda más específicamente en la quinta vía), puede llegarse de modo indirecto a dicha conclusión conforme al siguiente razonamiento: 1. El Primer motor inmóvil es el Ser Subsistente. (Ver explicación de la premisa 4). 2. El Ser Subsistente es un ser personal. (Ver deducción del penúltimo atributo divino (14)). 3. Luego, el Primer motor es un ser personal. De hecho, esa es la opción comparativamente más plausible. En efecto: sería irrazonable pensar que el Primer motor pueda ser una especie de “energía impersonal” ya que la energía no sólo no es principio primario de movimiento sino que también está ella misma siempre en movimiento. Tampoco podría ser el “Uno” de Parménides pues el Primer motor se constituye como la explicación primera del movimiento que observamos en las cosas mientras que el “Uno” de Parménides es el Todo que abarca todas las cosas en la inmovilidad del Ser (aquí el error de Parménides fue hacer una distinción tan radical entre el Ser y el no- ser que no pensó en la posibilidad de que existan seres mudables y contingentes, es decir, seres que son pero no siempre son del mismo modo e incluso podrían no ser). De otro lado, en lo que se refiere al Demiurgo platónico, este no es más que un ser intermedio a través del cual la “Idea de Bien” (que sería, por así decirlo, el “dios” de Platón) crea y controla el mundo material. Por tanto, al menos desde el punto de vista ontológico, forma parte de los “motores intermedios” y, en consecuencia, no podría ser el Primer motor.
¿DIOS EXISTE?: El libro que todo creyente deberá (y todo ateo temerá) leer. Dante A. Urbina
