Todo se trató de una conspiración


Los discípulos robaron el cuerpo del sepulcro mientras los guardias se quedaron dormidos y mintieron a la gente sobre las apariciones, diciendo que Jesús había resucitado. Esto es lo que explica los tres hechos, no la resurrección

Respuesta: Esta es la llamada teoría de la conspiración cuyo principal defensor académico fue el racionalista alemán Hermann Samuel Reimarus. Sin embargo, la teoría viene desde antes. De acuerdo con el evangelista Mateo era la explicación que hicieron circular los líderes judíos luego del suceso (cfr. Mateo 28: 13- 15). Más aún: temían que los discípulos

En primer lugar, tenemos que es sumamente improbable que todos los guardias romanos se hayan quedado dormidos. Justino, en su Resumen 49,16 enumera 18 faltas por las cuales un pelotón de guardia podría ser condenado a muerte. Entre estas se incluye el quedarse dormido o dejar sin guardia la posición que se le asignó. Más aún: había pena de muerte, muriendo crucificado boca abajo, si alguien rompía el sello del gobernador. Pues bien, los soldados custodios habían sido enviados por el propio gobernador y se había puesto su sello, ¿podría pensarse, entonces, que serían poco diligentes en cumplir su labor? ¡Sus vidas dependían de ello! Pero supongamos, por consideración al crítico, que los guardias se quedaron efectivamente dormidos. Aun así, la teoría conspirativa sigue siendo altamente implausible. El procedimiento romano requería que cada guardia fuera capacitado para defender 6 pies de terreno. Entonces, tomando en cuenta el tamaño promedio de las tumbas judías, tendríamos que habrían alrededor de 16 guardias destinados a cuidar la tumba de Jesús. El protocolo estipulado para ese caso era el siguiente: 4 guardias se quedaban despiertos custodiando de pie la entrada de la tumba mientras los otros 12 dormían sentados justo en frente, como formando un paréntesis, y los puestos rotaban cada hora. Ahora bien, imaginemos, pese a que este procedimiento estaba explícitamente diseñado para evitar eso, que todos los guardias efectivamente se durmieron. ¿Se hace creíble entonces la teoría de la conspiración? Ni siquiera así porque en ese caso tendríamos que suponer que los discípulos pasaron delante de los guardias, movieron una piedra enorme y se llevaron el cuerpo en absoluto silencio sin despertar a ninguno de ellos. ¡Esa posibilidad es casi para reírse! Pero no nos riamos y concedamos, nuevamente por un acto extremo de caridad cristiana, que eso hubiera sido posible, que los discípulos robaron el cuerpo mientras los guardias romanos estaban dormidos. ¿Convierte eso a la teoría de la conspiración en una buena explicación de los tres hechos mencionados? De ningún modo. Solo nos da una justificación perversa de la tumba vacía y deviene en inconsistente para con los otros dos hechos: el testimonio de las apariciones y la creencia de los discípulos originales. Si los discípulos hubieran robado el cuerpo no hubieran podido creer en la resurrección del modo en que lo hicieron. Ellos parecían sinceros. Pudieron haber sido engañados pero de ningún modo pudieron haber sido engañadores: “Los hipócritas y los mártires no están hechos del mismo material”, sentencia John Stott

Más aún: ellos estaban dispuestos a morir por predicar lo que creían. El registro histórico es claro en este punto: 1) Pedro murió crucificado; 2) Andrés, crucificado; 3) Santiago, hijo de Zebedeo, a filo de espada; 4) Juan, de muerte natural (aunque no sin sufrir persecución, encarcelamiento y azotes); 5) Felipe, crucificado; 6) Bartolomé, crucificado; 7) Tomás, con una lanza; 8) Mateo, apuñalado; 9) Santiago, hijo de Alfeo, crucificado; 10) Judas Tadeo, atravesado por flechas; 11) Simón el zelote, crucificado; 12) Matías, apóstol escogido para reemplazar a Judas Iscariote, quemado.

Ahora bien, si los apóstoles robaron el cuerpo tendríamos que sostener que ellos murieron por algo que sabían que era una mentira. ¡Pero eso extremadamente implausible! ¿O acaso usted estaría dispuesto a ser perseguido, azotado, apedreado, encarcelado y finalmente asesinado por sostener algo que sabe muy bien que es una mentira? Pues bien, ese fue más o menos el itinerario de cada uno de los apóstoles, incluyendo a San Pablo, quien murió decapitado en Roma. Entonces la mejor explicación es que no mentían, que en realidad Jesucristo sí había resucitado de entre los muertos


Hermann Samuel Reimarus, Fragments, Ed. SCM, Londres, 197129.

*Recuérdese que el Evangelio de Mateo se escribió en el siglo I, de modo que, si hubiera
mentido en esto, fácilmente hubieran podido salir los líderes judíos a desmentirlo:
NO, nosotros no hemos dicho eso sino esto otro. Entonces el hecho de que aun así lo haya registrado es un importante punto a favor de la fiabilidad histórica del relato

M. P. Speidel, Guards of the Roman Armies, Ed. Habelt, Bonn, 1978

John Stott, Cristianismo Básico: En Quién y Por Por Qué Creemos?, Ed. Certeza, Barcelona,
1997, D. 54.

Josh McDowell, Más que un Carpintero Ed. Unilit, Miami, 1997, p. 57

Gerd Lüdemann, What Really Happened to Jesus?, Westminster John Knox Press, Kentucky

Publicado por paquetecuete

Cristiano Católico Apostólico y Romano

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