(La no fiabilidad histórica del Corán): el coran pasa las tres pruebas de fidelidad histórica? bibliográfica, de evidencia interna y de evidencia externa. Dado ese contexto, es pertinente examinar al Corán
Prueba bibliográfica: Se refiere a si podemos confiar en que el documento con el que contamos se.corresponde con el original, Si existen muchas divergencias o pruebas directas de manipulación arbitraria o falsificación, se dice que el documento no pasa la prueba. A este respecto nos encontramos con que los musulmanes constantemente presumen de la integridad en la transmisión del Corán contrastándola con las muchas
«versiones» que existen de la Biblia (por lo general, claro está,.usan un criterio demasiado amplio para distinguir las «diferentes versiones»). Pero «alguien tiene que decirle al rey que está desnudo»; toda la pretendida integridad en la transmisión del Corán está simple y llanamente viciada. Por qué? Porque solo unas pocas décadas después de la muerte de Mahoma el califa Utmán decidió «estandarizar» el texto del Corán conforme a.la versión que poseía Hafsah, una de las mujeres de Mahoma e hija de Omar.
Lo que hizo Utmán fue mandar reunir todas las copias existentes del Corán y quemar todas aquellas que discrepaban de la versión de Hafsah. Ahora, si, como dicen los musulmanes, el Corán ha sido perfectamente preservado por «discreción de Alá» por qué sería necesario este ejercicio tan evidente de «discreción humana'»? Es bastante sospechoso, a decir verdad. Al parecer lo que sucedía es que habia muchas.copias significativamente discrepantes y era mejor «borrar las evidencias». De hecho, existen muestras de esto hasta en los mismos hadices islámicos v. como reporta Arthur Tefferv. En varios casos las discrepancias eran «varlantes reales, textuales, y no meras peculiaridades dialectales, como se sugiere con frecuencia».
Asimismo, en 19 72 se descubrió en Yemen el manuscrito de Sana’a uno de los más antiguos con los que se cuenta, hallando que si bien su texto superior es casi idéntico al de los actuales coranes en uso (solo hay algunas variantes ortográficas), el texto inferior contiene desviaciones significativas del texto estándar pareciéndose más a los códices
de Ibn Mas’ud y Ubay b. Kab pero con incluso un estimado de 25 veces más de variaciones
Y por si eso fuera poco existen pruebas incontrovertibles de que ni siquiera la «versión
estandarizada» del Corán era perfecta. En las obras más acreditadas de la tradición islámica leemos que incluso después de que las copias de Utmán fuesen distribuidas, el mismo Zaid recordó un versículo que faltaba. Testificó él: «Encontré a faltar un versículo del Sura Ahsab al copiar el Corán, y yo sola oír al Apóstol de Alá recitarlo. Así que lo buscamos y lo encontramos con Khuzaima- bin- Thabit al Ansari» (al- Bujari, vol. 6, Lib. 61, n9 510).
Pero no siempre se corrió con suerte. Está bien documentado que hubo ocasiones en que ciertos textos o partes de textos no se incluyeron en la versión estándar pese a que estaban bien atestiguados. Así, por ejemplo, en Sura 33: 6 leemos lo siguiente: «El profeta está más cerca de los creyentes que ellos mismos, y sus esposas son sus madres», No obstante, Ubay Kab, compañero de Mahoma considerado como uno de los mejores recitadores del Corán, tenía una cláusula adicional que añade la frase «y él será un padre para ellos» pero que, como admite un reconocido lider musulmán, «ya no se recita porque está en desacuerdo con la versión de Utmán». No parece, pues, que haya en el Corán la «preservación perfecta» que tanto se aduce.
Frente a esta crítica los musulmanes buscan señalar «la paja en el ojo ajeno» diciendo que el canon del Nuevo Testamento fue posteriormente establecido por la Iglesia Católica dejando de lado otros documentos. Pero no hay en paridad en absoluto. A diferencia
de lo que sí sucedía con las versiones discrepantes del Corán, los documentos apócrifos rechazados por la Iglesia Católica no eran para nada variantes tempranas de los mismos textos canónicos sino más bien otros libros que se constituían como evidentes falsificaciones casi en su totalidad tardías. Asimismo, cuando se determinó el canon del Nuevo Testamento no fue.necesario «quemar» las diferentes «versiones» de los 27 textos
aprobados. De este modo, una diferencia entre el Corán y la Biblia, en la actualidad, es que la Iglesia Cristiana ha preservado cuidadosamente las lecturas variantes que existen en los textos bíblicos, mientras que los musulmanes, en tiempos de Utmán, consideraron conveniente destruir hasta allí donde pudiesen todas las evidencias de diferentes lecturas del Corán en su empeño de estandarizar un texto para la totalidad del mundo musulmán.
Puede que en la actualidad solo haya un texto de el Corán en circulación, pero nadie puede pretender honradamente que sea exactamente el que Mahoma entregó a sus compañeros.
(…) De nada sirve decir que todos los coranes en el mundo en la actualidad son idénticos.
Una pretensión solo tiene la fuerza de su eslabón más débil -y el eslabón débil en la cadena de la historia textual del Corán se encuentra precisamente en este punto donde, en aquellos tempranos tiempos cruciales, existieron códices distintos y diferentes del Corán». Luego, el Corán no pasa la prueba bibliográfica
Sam Shamoun, «Open challenge to all Muslims», http://www.answe ringislam.org
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