Recuerdo de la vestidura blanca que le fue puesta en casa de Herodes. Llamada así por su color blanco, es una de las más antiguas vestiduras sacerdotales.Deriva de las túnicas antiguas, blancas, hasta los pies, que se perdieron en el uso civil, pero que se consideró que podían utilizarse simbólicamente en el culto, expresando con el vestido diferente de los ministros la diferencia entre la vida la vida profana y la celebración. En todas las culturas religiosas, para el ejercicio del culto se quiere simbolizar la pureza de los ministros, y en muchas de ellas precisamente con el color blanco. El blanco es signo también de victoria y de resurrección.
Recuerda el vestido de bodas que entre los orientales llevaban los convidados (Mt, 22-12). Simboliza por su color la inocencia, la pureza y la castidad; por su forma la perseverancia. Los alegoristas han visto en ella la vestidura blanca con que Jesús fue escarnecido por Herodes. El Papa recordó que las antiguas oraciones hacen referencia al vestido nuevo que el hijo pródigo recibió del padre; y por tanto, “cuando nos acercamos a la liturgia para actuar en la persona de Cristo nos damos cuenta de cuán lejos estamos de Él; cuanta suciedad existe en nuestra propia vida”.
