lienzos que sirvieron para sepultarle
El purificador es un paño rectangular que se suele plegar longitudinalmente, que suele tener una cruz o símbolo litúrgico estampada en el centro. Se utiliza a modo de toalla en la limpieza de los vasos sagrados o la cruz cuando es besada. No se debe adornar en exceso y debería ser de lino blanco o de otro tejido absorbente.
Antes de la Misa se coloca sobre el cáliz, y encima del purificador se dispone la patena con la hostia de mayor tamaño. En el ofertorio, antes de preparar el cáliz, se coloca a la derecha del corporal, y de ahí es tomado para ser usado por el sacerdote. Tras las abluciones, se vuelve a colocar encima del cáliz, como al inicio de la Misa.
El purificador se adoptó como diferente del paño del lavabo en el siglo XIV pero todavía en el siglo XVI no era constante la distinción de estas dos prendas. Se usa para purificar el cáliz.

