Ah, qué pronto pasa la Gloria del mundo!, Ojala que la vida de esos tan instruidos haya sido de acuerdo a su gran saber. Entonces sí podremos decir que su ciencia y sus estudios fueron útiles.Cuántas personas en este siglo le dan importancia a la ciencia sin importarles nada servir y agradar a Dios.Como prefieren ser más grandes antes las criaturas que ser agradables ante el Creador, se dedican a pensar en metas vanidades. Pero solo es grande quien tiene gran Amor a Dios y al prójimo
rande en verdad es aquel que se hace pequeño como un niño y no busca el honor que víene de los hombres, sino la Gloria que proviene de Dios.Prudente es solamente aquel que todos lo considera de segunda clase en importancia con tal de ganar el Reino de Cristo. Sabio verdaderamente es aquel que en todo busca agradar a Dios, no buscando hacer su propia voluntad sino la voluntad del Padre que está en el cielo. El que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano (Marcos 3, 35)
Imitación de Cristo (Tomás de Kempis)
