En tan inminente riesgo, en medio de tan atroz y porfiada guerra contra el nombre cristiano, es Nuestro deber indicar el peligro, señalar a los adversarios, resistir cuanto podamos sus malas artes y consejos para que no perezcan eternamente aquellos cuya salvación Nos está confiada, y no sólo permanezca, firme y eterno el reino de Jesucristo que Nos estamos obligados a defender, sino que se dilate con nuevos aumentos por todo el orb
ENCÍCLICA «HUMANUM GENUS» (20-IV-1884
ACERCA DE LA. MASONERÍA Y OTRAS SECTAS LEÓN PP. XIII.
