Maria es la excelente obra maestra del Altísimo, cuyo conocimiento y posesión se ha reservado El así mismo. María es la Madre admirable del Hijo, quien, para no ofender la humildad de Aquélla, se ha complacido en humillarla y ocultarla durante la vida, dándole el nombre de mujer, mulier, como si se tratara de una extraña, aunque en su corazón la apreciaba y amaba más que a todos los ángeles y hombres.
Maria es la esposa fiel del Espíritu Santo, quien sólo para sí reserva la entrada en esta fuente sellada; Ella es el santuario y reposo de la Santisima Trinidad, donde el Señor mora con más magnificencia y en donde su divinidad resalta más que en ningún otro lugar
del universo, incluso los mismos Querubines y Serafines; y a este santuario jamás será permitido entrar a criatura alguna, por pura que sea, sin especial privilegio de Dios
Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen libro de Luis María Grignion de Montfort
