«Pudimos ver muy bien, el mes de febrero pasado, en el desierto de Kuwait, a los soldados iraquies que se rendían con la bandera blanca
en una mano y el Corán en la otra <Con qué se hubiera rendido un soldado occidental?; Su número de la seguridad social? Un DVD? ;Su carta astral? :Una hamburguesa con queso? Todas esas cosas juntas?»
Philippe Muray, El imperio del bien (Granada: Nuevo Inicio, 2012), p. 62.
Efesios
6:12 Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están en el aire
6:13 Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día funesto, y manteneros firmes después de haber vencido todo.
6:14 Poneos en pie, ceñida vuestra cintura con la verdad y revestidos de la justicia como coraza,
6:15 calzados los pies con el celo por el Evangelio de la paz,
6:16 embrazando siempre el escudo de la fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del maligno.
6:17 Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
6:18 siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos