15 Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia. Lucas 6,15
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Esperanza
Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado Romanos 5,5
Propósito
Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón, Mateo 6, 21
Anda, no seas malito
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan! Mateo 7,11
Espíritu, alma y cuerpo
Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser –espíritu, alma y cuerpo– hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo 1 tesalonicenses 5,23
El orden de las cosas en nuestra vida
Operi Dei nihil praeponatur
Nuestra existencia
Nada existe que no deba su existencia a Dios creador. El mundo comenzó cuando fue sacado de la nada por la Palabra de Dios; todos los seres existentes, toda la naturaleza, toda la historia humana están enraizados en este acontecimiento primordial: es el origen gracias al cual el mundo es constituido, y el tiempo haSigue leyendo «Nuestra existencia»
Nuestra misión
Dios concede a los hombres incluso poder participar libremente en su providencia confiándoles la responsabilidad de «someter» la tierra y dominarla (cf Gn 1, 26-28). Dios da así a los hombres el ser causas inteligentes y libres para completar la obra de la Creación, para perfeccionar su armonía para su bien y el de susSigue leyendo «Nuestra misión»
Para la Gloria de Dios
Mi abuelita también vivía diciendo esto, Para la Gloria de Dios… ( No creo que en su tiempo tuviera acceso a estos documentos) Es una verdad fundamental que la Escritura y la Tradición no cesan de enseñar y de celebrar : «El mundo ha sido creado para la gloria de Dios» (Concilio Vaticano I: DSSigue leyendo «Para la Gloria de Dios»
Mis testigos
Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra: te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición: Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que juróSigue leyendo «Mis testigos»