Todos los ministros ordenados de la Iglesia latina, exceptuados los diáconos permanentes, son ordinariamente elegidos entre hombres creyentes que viven como célibes y que tienen la voluntad de guardar el celibato «por el Reino de los cielos» (Mt 19,12). Llamados a consagrarse totalmente al Señor y a sus «cosas» (cf 1 Co 7,32), se entregan enteramente a Dios y a los hombres. El celibato es un signo de esta vida nueva al servicio de la cual es consagrado el ministro de la Iglesia; aceptado con un corazón alegre, anuncia de modo radiante el Reino de Dios (cf PO 16)
Celibato
Publicado porpaquetecuetePublicado en Amor, Biblia, Castidad, Católico, Catecismo de la Iglesia Católica, Diácono, Dios, Espíritu Santo, Familia, Historias para aumentar nuestra fé, Honestidad, Jesucristo, Lujuria, Milagro, Nuevo Testamento, Obispo, Oración, Orden Sacerdotal, Pecado, Regalo de Dios, Sacerdote, Sacramentos, Santísima Trinidad, Santo Abandono, Testimonios, Trabajo, Una Santa Católica y Apostólica, Vida
Publicado por paquetecuete
Cristiano Católico Apostólico y Romano Ver más entradas
