Creer en Dios

Creer en Dios: Es vivir en acción de gracias: (εὐχαριστία / Eucaristía) Si Dios es el Único, todo lo que somos y todo lo que poseemos vienen de Él: «¿Qué tienes que no hayas recibido?» (1 Co 4,7) «¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?» (Sal 116,12).

Dios es Amor

A lo largo de su historia, Israel pudo descubrir que Dios sólo tenía una razón para revelársele y escogerlo entre todos los pueblos como pueblo suyo: su amor gratuito (cf. Dt 4,37; 7,8; 10,15). E Israel comprendió, gracias a sus profetas, que también por amor Dios no cesó de salvarlo (cf. Is 43,1-7) y deSigue leyendo «Dios es Amor»

Dios creador

Nuestra profesión de fe comienza por Dios, porque Dios es «el primero y el [] último» (Is 44,6), el principio y el fin de todo. El Credo comienza por Dios Padre, porque el Padre es la primera Persona divina de la Santísima Trinidad; nuestro Símbolo se inicia con la creación del cielo y de laSigue leyendo «Dios creador»

San Pablo

​Basílica de San Pablo extramuros, donde se cree que están los restos del converso San Pablo. Este sector antes era un cementerio, sobre una tumba se halla la infracción, «Pablo apóstol y mártir» algunas referencias históricas concuerdan que ahí es donde se encuentra sus restos

Una Sola Fe

Desde siglos, a través de muchas lenguas, culturas, pueblos y naciones, la Iglesia no cesa de confesar su única fe, recibida de un solo Señor, transmitida por un solo bautismo, enraizada en la convicción de que todos los hombres no tienen más que un solo Dios y Padre

La Iglesia

La Iglesia, que es «columna y fundamento de la verdad» (1 Tm 3,15), guarda fielmente «la fe transmitida a los santos de una vez para siempre» (cf. Judas 3). Ella es la que guarda la memoria de las palabras de Cristo, la que transmite de generación en generación la confesión de fe de los apóstoles.Sigue leyendo «La Iglesia»

RECONOCE, CRISTIANO, TU DIGNIDAD

Hoy, queridos hermanos, ha nacido nuestro Salvador; alegrémonos. No puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la vida; la misma que acaba con el temor de la mortalidad, y nos infunde la alegría de la eternidad prometida. Nadie tiene por qué sentirse alejado de la participación de semejante gozo, a todos es comúnSigue leyendo «RECONOCE, CRISTIANO, TU DIGNIDAD»