Nuestra alma es libre: tiene la facultad de poder determinarse por su libre elección, de hacer u omitir, de elegir el bien o el mal. El libre albedrío se prueba
2º La creencia universal de todos los pueblos. En todos los tiempos y en todos los países, los hombres han sentido, hablado y obrado como seres libres. Deliberan, hacen promesas y contratos, aprueban las buenas acciones y condenan las malas. Todo esto supone libertad. ¿Se delibera, acaso, acerca de aquello que no depende de uno mismo, la muerte, por ejemplo? ¿Se promete resucitar a los muertos? No se proyecta, no se promete sino aquello que se cree poder hacer u omitir. ¿Por qué aprobar lo bueno y reprobar lo malo, si el hombre no es libre de sus actos? Todos los pueblos han establecido leyes: ¿con qué utilidad si el hombre no es libre? No se dictan leyes a una máquina que ejerce mecánicamente sus funciones
R. P. Hillaire, la religión demostrada LOS FUNDAMENTOS DE LA FE CATÓLICA ANTE LA RAZÓN Y LA CIENCIA
