La llamado a la vida célibe no implica ver al matrimonio como algo inadecuado o sucio, antes lo contrario, el celibato es santo precisamente por el valor de aquello que sacrifica. Nadie sacrificaría basura sobre el altar. El Matrimonio y el Sexo son ciertamente dos dones de nuestro Buen Dios, pero los cristianos e incluso los sacerdotes y profetas pre cristianos, quisieron renunciar a algo para la Gloria de Dios La señal del celibato destaca como fenómeno en las Escrituras. Fue muy frecuente en la Iglesia Primitiva, en la Iglesia medieval y en la iglesia de las épocas posteriores. Hoy solo hay una iglesia cristiana en la cual este signo de santidad siga siendo tan prominente: la Iglesia Católica Romana. Celibato y santidad no se identifican, pero el primero constituye una señal importante de la segunda; y es una señal bíblica. Todos los otros signos -rectitud, milagros y fidelidad – la acompañan
