Véase de cerca, pues, el caso de la universidad occidental, nacida al calor de la Edad Media, en el siglo XIII, dato cuidadosamente evitado por quienes hacen de esta etapa de nuestra civilización una caricatura maniquea (y más evitado todavía es el dato de que la gratuidad de la enseñanza, tan celebrada hoy por el progresismo, fue originalmente un principio cristiano) Un siglo atrás, un pensador como Abelardo ya solicitaba «que la ciencia de las Escrituras no quede limitada a nosotros, pues nosotros debemos enseñar a beberlas»
Vender la educación en la ciencia de Dios se constituía en pecado de simonía. La gratuidad de la enseñanza fue proclamada por el papa Alejandro III en 1179
Papá Alejandro III, (7 de septiembre de 1159-30 de agosto de 1181) Papa nº 170 de la iglesia
Retrato por Spinello Aretino
c. 1410, Palacio Comunal de Siena
