¡Vanidad de vanidades!, ¡vanidad de vanidades, todo vanidad! Eclesiástico 1,2
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Vanidad
¡Vanidad de vanidades!, ¡vanidad de vanidades, todo vanidad! Eclesiástico 1,2
Eucaristía
En una antigua oración, la Iglesia aclama el misterio de la Eucaristía: O sacrum convivium in quo Christus sumitur . Recolitur memoria passionis Eius; mens impletur gratia et futurae gloriae nobis pignus datur («¡Oh sagrado banquete, en que Cristo es nuestra comida; se celebra el memorial de su pasión; el alma se llena de gracia,Sigue leyendo «Eucaristía»
Eucaristía
La Eucaristía y la unidad de los cristianos. Ante la grandeza de esta misterio, san Agustín exclama: O sacramentum pietatis! O signum unitatis! O vinculum caritatis! («¡Oh sacramento de piedad, oh signo de unidad, oh vínculo de caridad!») (In Iohannis evangelium tractatus 26,13; cf SC 47). Cuanto más dolorosamente se hacen sentir las divisiones deSigue leyendo «Eucaristía»
María
El Templo es enorme, majestuoso, revestido de oro, un polo refulgente que es el centro del universo de Israel. Allí en Jerusalem las multitudes van y vienen de toda la nación judía y también desde la diáspora, pues es obligación y es necesidad peregrinar al Templo en búsqueda de su Dios, al que allí encuentran.Sigue leyendo «María»
Sepamos vivir crucificados para el mundo
Como el alimento corporal sirve para restaurar la pérdida de fuerzas, la Eucaristía fortalece la caridad que, en la vida cotidiana, tiende a debilitarse; y esta caridad vivificada borra los pecados veniales (cf Concilio de Trento: DS 1638). Dándose a nosotros, Cristo reaviva nuestro amor y nos hace capaces de romper los lazos desordenados conSigue leyendo «Sepamos vivir crucificados para el mundo»
Viático
Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la comunión lo realiza de manera admirable en nuestra vida espiritual. La comunión con la Carne de Cristo resucitado, «vivificada por el Espíritu Santo y vivificante» (PO 5), conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el Bautismo. Este crecimiento de la vidaSigue leyendo «Viático»
Frutos de la eucaristía
La comunión acrecienta nuestra unión con Cristo. Recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús. En efecto, el Señor dice: «Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él» (Jn 6,56). La vida en Cristo encuentra su fundamento en el banqueteSigue leyendo «Frutos de la eucaristía»
Frutos de la eucaristía
La comunión acrecienta nuestra unión con Cristo. Recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús. En efecto, el Señor dice: «Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él» (Jn 6,56). La vida en Cristo encuentra su fundamento en el banqueteSigue leyendo «Frutos de la eucaristía»
Frutos de la eucaristía
La comunión acrecienta nuestra unión con Cristo. Recibir la Eucaristía en la comunión da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús. En efecto, el Señor dice: «Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él» (Jn 6,56). La vida en Cristo encuentra su fundamento en el banqueteSigue leyendo «Frutos de la eucaristía»