En la Sagrada Escritura debe buscarse la verdad, y el modo de agradar a Dios, y no la vana sabiduría.
Toda la Sagrada Escritura debe leerse con el espíritu de de con que se compuso. Cuando la leemos debemos buscar más bien el encenderemos en amor hacia Dios y hacia el prójimo que al parecer muy instruidos.
Todos los libros de la Santa Biblia son divinamente inspirados. Por eso leamoslos con devoción, humildad y deseo de aprender más acerca de nuestro Dios.
No mires la Sagrada Escritura con criterios meramente humanos, sino como el Libro que por inspiración del Espíritu Santo ha hecho redactar el Señor porque te ama y desea hablarte.
No andes preguntando qué dice la sabiduría humana, sino que es lo que a ti te quiere decir el Señor con todo eso.
Imitación de Cristo (Tomás de Kempis)
