Que prediquen con frecuencia sobre el Santo Sacrificio, que expliquen ellos mismos o hagan explicar a otros durante su celebración, algunos pasajes de las oraciones y misterios que contiene prefiriendo para ellos los domingos y días festivos Trento Sesión XXII
La causa principal de este mal es el silencio de los sacerdotes. Ellos responderán delante de Dios, porque si ellos obedecieran las órdenes de la Iglesia y hablasen a los menos algunas veces cada año sobre un asunto tan importante, el pueblo apreciaría muy altamente este preciosos tesoro y le harían acudir a la Misa con más devoción y reverencia.
Los sacerdotes que quieren hacer de la misa una reunión social donde se cuentan chistes o se predican teoŕias revolucionarias o sociales, faltan gravemente a sus deberes; pecan contra Dios, contra la Iglesia y contra el pueblo fiel que va a Misa para santificarse, purificarse de sus pecados, instruirse y conocer la voluntad de Dios y procurar nuestra santificación y salvación eterna.Abuso litúrgico
