La oración es la elevación de la mente a Dios para alabarle y pedirle cosas convenientes a la eterna salvación
Santo Tomás de Aquino
-Es la elevación de la mente a Dios”: el que no advierte que ora por estar completamente distraído, en realidad no hace oración
-Para alabarle”: es una de las finalidades más nobles de la oración. Sería un error pensar que sólo sirve de puro medio para pedir cosas a Dios
-Pedirle cosas convenientes a la eterna salvación: no se nos prohíbe pedir cosas temporales; pero no principalmente, ni poniendo en ellas el fin único de la oración, sino únicamente como instrumento para mejor servir a Dios y tender a nuestra finalidad eterna.
Para orar, pues, es indispensable mantener la conciencia de que Dios está siempre con nosotros, pues «la vida de oración es estar habitualmente en presencia de Dios, tres veces Santo, y en comunión con Él.» (Catecismo 2565)
