Si la humanidad de Cristo no está presente físicamente en todas partes, el Verbo divino, al que está hipostáticamente unida, sí lo está. Y no hay inconveniente en que el Verbo utilice en todas partes la virtud instrumental de su humanidad santísima para la producción de la gracia en nuestras almas. Para ello es suficiente el contacto virtual de la humanidad de Cristo, como explica Santo Tomás a propósito de la causalidad eficiente de la resurrección de Cristo sobre la nuestra
«La resurrección de Cristo es causa eficiente de nuestra resurrección por la virtud divina,^ de la que es propio resucitar a los muertos. Ahora bien, esta virtud se extiende presencialmente a todos ios tiempos y lugares, y este contacto virtual basta para aquella eficiencia» (HI,56,i ad3).
