Cristo Crucificado

Y los demonios no son los que le han crucificado; eres tú quien con ellos lo has crucificado y lo sigues crucificando todavía, deleitándote en los vicios y en los pecados (S. Francisco de Asís, Admonitio, 5, 3) Cristo crucificado,  Velázquez,  Museo del Prado. 1632

Dios es Jesús

Siguiendo la tradición apostólica, la Iglesia confesó en el año 325 en el primer Concilio Ecuménico de Nicea que el Hijo es «consubstancial» al Padre (Símbolo Niceno: DS 125), es decir, un solo Dios con él. El segundo Concilio Ecuménico, reunido en Constantinopla en el año 381, conservó esta expresión en su formulación del CredoSigue leyendo «Dios es Jesús»

Señor mío y Dios mio

Imagínate a los pies del monte Horeb, esperando las instrucciones de Dios en manos de Moises «¡Señor mío y Dios mío, quítame todo lo que me aleja de ti! ¡Señor mío y Dios mío, dame todo lo que me acerca a ti! ¡Señor mío y Dios mío, despójame de mí mismo para darme todo aSigue leyendo «Señor mío y Dios mio»

Dios es Jesús

Jesús mismo confirma que Dios es «el único Señor» y que es preciso amarle con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y todas las fuerzas (cf. Mc 12,29-30). Deja al mismo tiempo entender que Él mismo es «el Señor» (cf. Mc 12,35-37). Confesar que «Jesús es Señor» es lo propioSigue leyendo «Dios es Jesús»

Bautismo

La primera «Profesión de fe» se hace en el Bautismo. El «Símbolo de la fe» es ante todo el símbolo bautismal. Puesto que el Bautismo es dado «en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28,19), las verdades de fe profesadas en el Bautismo son articuladas según su referencia aSigue leyendo «Bautismo»

TODO EL MUNDO  CRISTIANO ESPERA LA RESPUESTA DE MARÍA

Oíste, Virgen, que concebirás y darás a luz a un hijo; oíste que no será por obra de varón, sino por obra del Espíritu Santo. Mira que el ángel aguarda tu respuesta, porque ya es tiempo que se vuelva al Señor que lo envió. También nosotros, los condenados infelizmente a muerte por la divina sentencia,Sigue leyendo «TODO EL MUNDO  CRISTIANO ESPERA LA RESPUESTA DE MARÍA»

Tears In Heaven

Una de las tesis del negacionismo (que es como yo llamo al ateísmo militante), consiste en la aparente paradoja de que Dios “permita” el mal. Es algo así como: “Llueve, soy calvo y no llevo paraguas. ¡Dios no existe!”. Es decir, dado que Dios es infinitamente bueno, ¿cómo “permite” que muera un niño inocente? EricSigue leyendo «Tears In Heaven»