En la vida cristiana, el Espíritu Santo realiza su obra movilizando todo el ser incluidos sus dolores, temores y tristezas, como aparece en la agonía y la pasión del Señor. Cuando se vive en Cristo, los sentimientos humanos pueden alcanzar su consumación en la caridad y la bienaventuranza divina Fundación Cari filii
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Voluntad
Los sentimientos más profundos no deciden ni la moralidad, ni la santidad de las personas; son el depósito inagotable de las imágenes y de las afecciones en que se expresa la vida moral. Las pasiones son moralmente buenas cuando contribuyen a una acción buena, y malas en el caso contrario. La voluntad recta ordena alSigue leyendo «Voluntad»
Roma
Desde la época más temprana la Iglesia universal -aquella que está en todas partes- mira a Roma como a su cabeza, para encontrar la doctrina segura. En los siglos posteriores los grandes nombres de la cristiandad: San Atanasio, San Juan Crisóstomo, San Basilio de Cesárea, San Agustín, San Cirilo de Alejandría, acudían a Roma cuandoSigue leyendo «Roma»
Pasiones
En sí mismas, las pasiones no son buenas ni malas. Sólo reciben calificación moral en la medida en que dependen de la razón y de la voluntad. Las pasiones se llaman voluntarias “o porque están ordenadas por la voluntad, o porque la voluntad no se opone a ellas” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 1-2,Sigue leyendo «Pasiones»
Pasión
“Amar es desear el bien a alguien” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 1-2, q 26, a 4, c). Los demás afectos tienen su fuerza en este movimiento original del corazón del hombre hacia el bien. Sólo el bien es amado (cf. San Agustín, De Trinitate, 8, 3, 4) “Las pasiones son malas si elSigue leyendo «Pasión»
Amar el bien
Las pasiones son numerosas. La más fundamental es el amor que la atracción del bien despierta. El amor causa el deseo del bien ausente y la esperanza de obtenerlo. Este movimiento culmina en el placer y el gozo del bien poseído. La aprehensión del mal causa el odio, la aversión y el temor ante elSigue leyendo «Amar el bien»
Pasiones
Las pasiones son componentes naturales del psiquismo humano, constituyen el lugar de paso y aseguran el vínculo entre la vida sensible y la vida del espíritu. Nuestro Señor señala al corazón del hombre como la fuente de donde brota el movimiento de las pasiones (cf Mc 7, 21)
Iglesia de Roma
En el año 190 DC, San Irineo (obispo asiático que vivió en lo que hoy es Francia) hablaba de Roma con enorme deferencia: «con esta iglesia es necesario que cada iglesia – y todo fiel de cualquier parte – este en comunión, en razón de una mayor autoridad; en la cual la tradición apostólica haSigue leyendo «Iglesia de Roma»
Pasión
El término “pasiones” pertenece al patrimonio del pensamiento cristiano. Los sentimientos o pasiones designan las emociones o impulsos de la sensibilidad que inclinan a obrar o a no obrar en razón de lo que es sentido o imaginado como bueno o como malo
Hacer el mal para obtener un bien
Es, por tanto, erróneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando sólo la intención que los inspira o las circunstancias (ambiente, presión social, coacción o necesidad de obrar, etc) que son su marco. Hay actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravementeSigue leyendo «Hacer el mal para obtener un bien»