Iglesia

La Iglesia ha sido «prefigurada ya desde el origen del mundo y preparada maravillosamente en la historia del pueblo de Israel y en la Antigua Alianza; se constituyó en los últimos tiempos, se manifestó por la efusión del Espíritu y llegará gloriosamente a su plenitud al final de los siglos

Cristo y las ovejas

La Iglesia, en efecto, es el redil cuya puerta única y necesaria es Cristo (Jn 10, 1-10). Es también el rebaño cuyo pastor será el mismo Dios, como él mismo anunció (cf. Is 40, 11; Ez 34, 11-31). Aunque son pastores humanos quien es gobiernan a las ovejas, sin embargo es Cristo mismo el queSigue leyendo «Cristo y las ovejas»

Iglesia

En la Sagrada Escritura encontramos multitud de imágenes y de figuras relacionadas entre sí, mediante las cuales la Revelación habla del misterio inagotable de la Iglesia. Las imágenes tomadas del Antiguo Testamento constituyen variaciones de una idea de fondo, la del «Pueblo de Dios». En el Nuevo Testamento (cf. Ef 1, 22; Col 1, 18),Sigue leyendo «Iglesia»

Iglesia

En el lenguaje cristiano, la palabra «Iglesia» designa no sólo la asamblea litúrgica (cf 1 Co 11, 18; 14, 19 28 34 35), sino también la comunidad local (cf 1 Co 1, 2; 16, 1) o toda la comunidad universal de los creyentes (cf 1 Co 15, 9; Ga 1, 13; Flp 3, 6). EstasSigue leyendo «Iglesia»

En memoria mia

La Eucaristía que instituyó Jesucristo, en este momento será el «memorial» (1 Co 11, 25) de su sacrificio. Jesús incluye a los Apóstoles en su propia ofrenda y les manda perpetuarla Lucas 22,19

La alegría espiritual

Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. 5 Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. 6 No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. 7Sigue leyendo «La alegría espiritual»

Espíritu, alma y cuerpo

Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser –espíritu, alma y cuerpo– hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo 1 tesalonicenses 5,23