En espera

La Iglesia celebra el Misterio de su Señor «hasta que él venga» y «Dios sea todo en todos» (1 Co 11, 26; 15, 28). Desde la era apostólica, la liturgia es atraída hacia su término por el gemido del Espíritu en la Iglesia: ¡Marana tha! (1 Co 16,22). La liturgia participa así en el deseoSigue leyendo «En espera»

Sacramentos

Adheridos a la doctrina de las Santas Escrituras, a las tradiciones apostólicas y al parecer unánime de los Padres», profesamos que «los sacramentos de la nueva Ley fueron todos instituidos por nuestro Señor Jesucristo» (DS 1600-1601)

Ad orientem

La liturgia cristiana no sólo recuerda los acontecimientos que nos salvaron, sino que los actualiza, los hace presentes. El misterio pascual de Cristo se celebra, no se repite; son las celebraciones las que se repiten; en cada una de ellas tiene lugar la efusión del Espíritu Santo que actualiza el único Misterio

Jesús, María os amo, salvad almas

«JESUS, MARIA, OS AMO, SALVAD LAS ALMAS»: -por la Iglesia y por el Papa -por la santificación de los sacerdotes -por las almas del Purgatorio -por los agonizantes -por los que se confiesan sacrílegamente -por los que no asisten a misa los domingos -por los misioneros -por los enfermos -por la conversión de los pecadoresSigue leyendo «Jesús, María os amo, salvad almas»

Espíritu Santo y Liturgia

El Espíritu y la Iglesia cooperan en la manifestación de Cristo y de su obra de salvación en la liturgia. Principalmente en la Eucaristía, y análogamente en los otros sacramentos, la liturgia es Memorial del Misterio de la salvación. El Espíritu Santo es la memoria viva de la Iglesia (cf Jn 14,26).